Y anoche soñé con zombies…

Debo admitir que mi primera película de Zombies fue La Invasión de los Zombies Atómicos, una versión burda de las películas de George A. Romero que sin embargo logra recrear un ambiente sombrío, hostil, desesperanzador, apocaliptíco, donde incluso los héroes, los fuertes, terminan llegando, aunque tarde, a su cita con la muerte. No es la máxima película del genéro pero bastó para dejar una marca profunda en mi mente infantil. Cada escena era evocada de cuando en cuando, haciéndo surgir en mis adentros una ansiedad, un miedo terrible a que algo así pudiera desatarse en el mundo real: un mal que no pudiera ser abatido, un mal que se llevara todo lo que conocía y amaba.

Pasaron los años y contrario a las politícas de mi casa hice mío el gusto por las politícas de terror. Comencé por el Slasher, el asesino enmascarado con cada vez más absurdas razones para apuñalar y destripar adolescentes, películas bobas donde mayor la emoción la encontraba en barajar la posible identidad del asesino, así como sus motivaciones. Yo no respondía a los sobresaltos de las persecuciones o al momento en que a alguien le encajaban el cuchillo por el estómago. No, mi gusto estaba en el misterio.

El terror evolucionó y Slasher se volvió Gore, trayendo consigo úna horda de Zombies, revitalizando un género que había permanecido bastante tiempo en el olvido. Pero, ¿Qué es un Zombie? Es el cadáver de una persona u animal que tras la muerte conserva sus capacidades motrices y actividad cerebral, que carente de raciocinio, consiste en una necesidad básica e instintiva de alimentarse. Dicho estado es causado por una enfermedad desconocida y altamente infecciosa que se transmite a través de sangre y saliva infectados (heridas y mordiscos).

Por consiguiente, el género zombie consiste en todas aquella películas de corte apocaliptíco, donde un ecléctico grupo de sobrevivientes trata de evitar a toda costa que los zombies los muerdan o los destrocen, aunque sin encontrar una solución definitiva a su situación.

No era fan del genéro zombie -demasiada sangre está prohibida en mi casa- hasta que conocí Resident Evil. No tenía idea de que estaba viendo la adaptación de un videojuego y de las malas critícas que generó en su momento, pero ver a Milla Jovovich repartiendo patadas a diestra y siniestra fue toda una revelación para mí. Siempre me han gustado las mujeres hermosas, que sin perder un ápice de su femeneidad son capaces de salvar el mundo y todo eso. Si bien esta película es en realidad bastante light pues su temática no es la explotación de la sangre en sí, sino desenmarañar los intrincados secretos de Alice,mientras tratas de escapar de los sombríos recovecos de la Colmena o Racoon City; Incluso cuando en los posteriores partes de la saga el mundo está ya hecho pedazos, la sensación de impotencia que me asaltara alguna vez no apareció en lo más minímo. Cosa muy diferente es El Amanecer de los Muertos, de George A. Romero, con sus zombies que devoran tripas mientras la victíma los mira impotente, entre el horror y la agonía del último aliento. Esta es de las verdaderas películas del género, donde la pérdida, la desolación y el gore son el platillo principal, dónde todo está perdido y hasta el último oasis sucumbe ante el avance de la infección que vuelve contra tí incluso a tus seres queridos. Hay tanto de todo que incluso puedes sentir los mordiscos, puedes sentir el terror de la persecución y casi puedes oler la sangre. Todo un circo que sin embargo, la primera vez que la vi, me dejó con la preocupación de un apocalipsis zombie.

 No obstante, algo ya se había roto dentro de mí. Cuando vi Planet Terror casi muero de la risa. Aquella película es una parodia del genéro, con mucho de todo pero sin la intención de que te lo tomes en serio. Debo decir que en mi interés particular en aquella peli era Rose Mcgowan y su pierna-metralladora, aunque al final esto es tan sólo un elemento de los muchos que hacen de éste film una pieza de arte: geisers de sangre, penes putrefactos que se caen en pleno intento de violación, un lésbico romance malogrado y un cornudo lleno de borbollas purulentas en busca de venganza, un montón de historias paralelas que se encuentran en un mismo punto hacia el final, que por cierto, nos deja al menos con un dejo de esperanza para el futuro. Allí fue dónde descubrí que los zombies no me afectaban ya, en los más minímo.

Verán, los zombies despiertan en mí un placer muy diferente del de las películas Slasher. Lo que antes temía ahora me mata de risa. Me gusta la adrenalina que implica el peligro de ser perseguido por un bicho sin misericordia en medio de callejones sin salida donde no sabes con qué te encontraras al doblar la esquina. Al ponerme en los zapatos del heroe o heroina en turno, satisfago mi porpia necesidad de intentar salvar al mundo. Además, es muy entretenido ver como lo obvio pasa inadvertido, por las necesidades propias del guión que necesita explotar al máximo la desesperación de los personajes al punto de volverlos unos monos imbéciles que se encaminan por cuenta propia hacia su propia destrucción. Respecto al apocalipsis zombie ¿Qué puedo decir? El mundo se va a acabar de todas formas…

Anoche soñé con zombies, en una fantasía bizarra que mezclaba mis películas favoritas con las fangosas planicies tabasqueñas. Mi familia, algunos amigos y yo atravesamos llanuras y pantanos escapando de una horda de muertos con ganas de chuparnos los sesos. Nosotros nos defendíamos como podíamos, haciéndo uso de nuestras habilidades sobehumanas. Las mías incluían un excelente manejos de sables, tenía dos y me la pasaba cortando cabezas mientras hacía piruetas en el aire. No teníamos más que hacer pues no había un destino en nuestro itinerario, sólo correr, correr y correr en nuestro remolque – sí, como el de The Walking Dead -. Varias veces nos emboscaron y tuve muchas perdidas de seres queridos. Finalmente, rumbo al final, los zombies trajeron sus perros descarnados, quienes no tuvieron piedad. Cuando ya solo quedé yo, me lancé en un grito furioso contra el doberman más grande y le encajé mis dos sables en la cabeza. Craso error. No puede sacarlas a tiempo y la hembra vino hacia mí, arrancándome la cabeza. Fue un sueño muy divertido y preocupante. Pues sí los sueños representan nuestros anhelos escondidos… ¿Significa entonces que deseo zombies caníbales en la vida real? Eso me haría un sádico… Y esta preocupación es lo que originó todo el palabrerío anterior.

Como epílogo les recomiendo Orgullo y Prejuicio y Zombies, bastante entretenido. Tenía las mismas esperanzas de Paciente cero, pero desgraciadamente aquí el protagonista es el terrorismo en sí, los zombies tan sólo una excusa. Igual y pudo haber sido cualquier otra cosa…

3 pensamientos en “Y anoche soñé con zombies…

  1. tuve un sueño muy extraño: estaba en una recistencia de zombies protegiendome con otras personas y luego fui en grupo a mi antigua casa y encontre a mi hermano vivo y no infectado pero luego vi a mi padre le pregunte por mi madre y el no me respondio, nos sentamos con el grupo en una mesa del comedor,mi pader estaba al lado mio cuando de repente en su taza vomito, yo y mi grupo nos paramos y le gritamos si estaba infectado y el grito que si y lo tuve que matar

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